¿Qué son los juegos cooperativos y por qué son tan importantes para el desarrollo cognitivo y emocional de los niños?
Aprender jugando es mucho más que una frase hecha: es una realidad que cada vez tiene más respaldo pedagógico. Y si además se juega en equipo, los beneficios se multiplican. Los juegos cooperativos son una herramienta educativa poderosa que combina diversión, aprendizaje y desarrollo emocional en una sola experiencia.
En Editorial GEU lo sabemos muy bien, y por eso hemos creado el juego “Dragones atrapados en la isla”, un material diseñado específicamente para trabajar funciones ejecutivas, empatía y trabajo en equipo desde una base lúdica, motivadora y totalmente inclusiva.
¿Qué es un juego cooperativo?
Un juego cooperativo es aquel en el que todos los jugadores trabajan juntos, en el mismo equipo, para alcanzar un objetivo común, en lugar de competir entre ellos. El objetivo principal del juego pasa a ser la toma de decisiones, diálogo, escucha activa y la resolución compartida de las problemáticas que surjan.
En lugar de buscar “ganadores”, lo que se pretende es que los jugadores desarrollen el pensamiento estratégico y la práctica de habilidades socioemocionales fundamentales como la empatía y la responsabilidad.
¿Qué funciones ejecutivas se trabajan con un juego cooperativo?
Los juegos de mesa, por lo general, tienden a fomentar habilidades que se consideran ejecutivas. El juego “Dragones atrapados en la isla” está diseñado para estimular funciones ejecutivas como:
Inhibición cognitiva y conductual: los niños aprenden a esperar su turno, controlar sus impulsos y pensar y reflexionar antes de actuar.
Resolución de problemas y planificación: se enfrentan a retos que deben analizar, organizar y resolver con lógica.
Anticipación y establecimiento de metas: trabajan con objetivos comunes que deben planear y alcanzar juntos.
El desarrollo de estas habilidades está directamente relacionado con el rendimiento académico, la autorregulación emocional y la capacidad para desenvolverse en entornos sociales y escolares.
Y no solo se trabaja mente… también corazón: empatía y trabajo en equipo
Durante el juego, los niños practican el diálogo, la escucha, el respeto y la toma de decisiones compartida. Esto favorece el desarrollo de:
La empatía, al ponerse en el lugar del otro.
La responsabilidad compartida, al entender que cada acción afecta al grupo.
La competencia ciudadana, al practicar valores como la cooperación, el respeto y la solidaridad.
¿Qué áreas competenciales se estimulan?
Además del trabajo emocional y ejecutivo, los juegos cooperativos como este permiten integrar de forma transversal múltiples aprendizajes:
Lengua y comunicación: los niños argumentan, explican, escuchan y toman decisiones en grupo.
Matemáticas y pensamiento lógico: aplican estrategias, estiman, calculan y resuelven desafíos con lógica.
STEM: enfrentan problemas con un enfoque científico y creativo.
Creatividad y expresión artística: el juego propone narrativas y elementos visuales que inspiran la imaginación.
“Dragones atrapados en la isla” está diseñado especialmente para:
Trabajar en el aula, en casa o en sesiones terapéuticas.
Adaptarse a distintos estilos de aprendizaje (visual, auditivo, kinestésico).
Favorecer la inclusión y el desarrollo de todas las habilidades cognitivas, emocionales y sociales.
A través de misiones y desafíos, los niños deben cooperar para rescatar a los dragones atrapados… ¡sin que nadie se quede atrás!
Los juegos cooperativos como “Dragones atrapados en la isla” son mucho más que un juego: son herramientas educativas que ayudan a los niños a crecer por dentro y por fuera. Aprenden a pensar, a sentir, a colaborar… y lo hacen jugando, con motivación y entusiasmo.
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